11 nov 2011

De Antinoo y Adriano


Aunque Antínoo es en realidad un personaje bastante poco conocido, su significado actual no depende tanto de los acontecimientos de su vida como de su enaltecimiento posterior, del que han llegado numerosos testimonios hasta nuestros días. Ya en la Antigüedad, los pocos datos auténticos acerca de su vida se mezclaron con leyendas. La fascinación que hasta hoy ejerce Antínoo se basa, fundamentalmente, en su relación con el emperador Adriano y en las numerosas obras de arte que fueron creadas en memoria suya. La personalidad que subyace a los escasos datos y las obras de arte no ha podido ser reconstruida mediante la investigación histórica.

Se sabe con certeza que Antínoo nació en Bitinio-Claudiópolis, ciudad de la región de Bitinia, en el noroeste de Asia Menor, entre los años 110 y 115. En uno de sus viajes, Adriano, el emperador quedó impresionado por el bello adolescente. En la actualidad no puede precisarse si el primer encuentro entre los dos se produjo ya durante la primera estancia de Adriano en Bitinia, en 121, o en 124. Desde el momento de su encuentro, y hasta su muerte, Antínoo acompañó al emperador en todos sus viajes.

Durante toda su vida, Adriano aspiró al ideal de vida griego. Según la visión que del mismo tenían los romanos, de este ideal de vida formaba parte el hecho de ir con efebos, en la cual el hombre adoptaba el papel de mentor del adolescente en todos los aspectos de la vida. La tradición cristiana y la interpretación moderna de la “pederastia” la reducen generalmente a su componente sexual, ignorando las muestras de amor. Por otro lado, se sabe que el emperador estaba descontento de su matrimonio con su esposa Vibia Sabina.

Sobre la naturaleza precisa de las relaciones entre Antínoo y Adriano la información es muy escasa. El poeta Páncrates de Alejandría, contemporáneo de Adriano, hace referencia a un hecho que tuvo lugar en el desierto de Libia. Según este autor, Adriano dio muerte a un león con una jabalina poco antes de que atacase a Antínoo. En el lugar en que la sangre del león goteó sobre la arena, habría surgido la "flor de Antínoo", el antinóeios (flor de loto de color rojo). Es imposible saber si el acontecimiento se basa en un hecho que tuvo lugar realmente o si se trata simplemente de un añadido posterior para embellecer la vida del personaje.

También las circunstancias de la temprana muerte de Antínoo están entremezcladas con leyendas. Está firmemente establecido que el joven cayó al río Nilo el 30 de octubre del 130 o poco antes, cerca de la ciudad de Besa, en el Egipto medio, y se ahogó ante la mirada de Adriano. Dion Casio y Aurelio Víctor, que escribieron en fecha muy posterior, explican que las circunstancias de su muerte no estaban claras. Según una de las versiones recogidas por los historiadores, la muerte de Antínoo fue un accidente. Según otra versión, Antínoo se habría sacrificado por el emperador, para asegurarle, mediante este sacrificio, una vida larga y afortunada. Antínoo habría sabido por un astrólogo que su suicidio brindaría al emperador la posibilidad de seguir viviendo después del plazo que le había sido asignado por los hados. Retrospectivamente, no puede tampoco descartarse la hipótesis de una intriga palaciega. La esposa de Adriano no debió quedar demasiado afligida por la muerte de su competidor.

Inmediatamente después de su muerte, posiblemente incluso desde el mismo día en que ésta tuvo lugar, Adriano, profundamente dolido, comenzó el enaltecimiento de su joven compañero. En el mismo escenario del infortunado acontecimiento, a orillas del Nilo, en el Egipto Medio, ordenó levantar, según el modelo helenístico, la ciudad de Antinoópolis o Antínoe. La ciudad y sus habitantes recibieron del emperador privilegios y favores completamente inusuales. En la misma ciudad se levantó también, posiblemente, el monumento funerario del favorito imperial. La construcción es mencionada en una inscripción jeroglífica sobre un obelisco hoy emplazado en Roma. Probablemente el obelisco estaba originalmente situado también en Antinoópolis, y simbolizaba el lugar del renacimiento del fallecido, según las creencias del Antiguo Egipto.

Inmediatamente después de la muerte del joven, comenzó su adoración como divinidad o, al menos, como héroe. Los cultos a Antínoo se establecieron sobre todo en las provincias orientales del Imperio Romano, de fuerte impronta griega Esto se debió a varias razones. Ya desde el período helenístico existía la tradición de deificar a algunos hombres después de su muerte. Además, varias ciudades griegas deseaban halagar con ello al emperador amigo de los griegos. Antínoo fue asociado o identificado con dioses como Dionisos. En Egipto, su identificación con Osiris tuvo un significado especial. Solo la muerte por ahogamiento durante la crecida sagrada del Nilo ya implicaba para los egipcios la exaltación: también el dios Osiris se había ahogado en el Nilo, de acuerdo con la mitología egipcia, por lo cual la consagración del joven como "Osiris-Antínoo" u "Osirantínoo" no fue tan sorprendente. Como el gran dios, después de su deificación, Antínoo podía recibir plegarias y curar a los enfermos.

En muchas de las ciudades del Imperio comenzó, poco después de la muerte de Antínoo, la erección de templos y la institución de sacerdocios para su culto. En su honor se organizaron unas competiciones musicales y deportivas, similares a los Juegos Panhelénicos, las Panateneas y los Ptolemaicos, las Antinóeia. Además de Antinoópolis y de la ciudad natal de Antínoo, Bitinio-Claudiópolis, fueron centros del culto de la nueva deidad las ciudades de Alejandría, en Egipto, y Mantinea, en la región griega de Arcadia, así como Lanuvium, en el Lacio. Allí se celebraban cada cuatro años los Grandes Juegos de Antínoo. Por todo el Imperio se han descubierto inscripciones en su honor, además de en Roma, por ejemplo en Lanuvium y en Tívoli. En numerosos lugares se erigieron estatuas y se acuñaron monedas con la efigie del difunto. El filósofo Numenio de Apamea escribió al emperador una Consolatio y los poetas Mesomedes, Ateneo y Páncrates compusieron poemas sobre Antínoo. Además hay constancia de otro poema de autor desconocido. Probablemente el punto más alto en la exaltación del joven de Bitinia llegó cuando se dio su nombre a una constelación.

El culto de Antínoo alcanzó su máximo desarrollo en los años transcurridos entre su muerte (130) y la de su protector, Adriano (138). No ha llegado hasta nosotros cuál fue la opinión de los contemporáneos del emperador sobre este culto casi obsesivo a un hombre. Sin embargo, la devoción parece haber sido en parte auténtica. En la parte oriental del Imperio Antínoo era considerado un héroe a causa de su presunta muerte sacrificial en beneficio de su amigo y protector. Los primeros autores cristianos, sin embargo, lo vieron de forma enteramente distinta. No hicieron referencia ni a su supuesta muerte sacrificial ni a las misteriosas circunstancias de su muerte. Lo juzgaron, en cambio, de forma muy crítica, no exenta de polémica. Por una parte vieron en él a un infeliz dios mítico creado por el hombre, y por otra, como a un efebo amante del emperador, objeto de sus prácticas homosexuales. Antínoo, sobre todo para los Doctores de la Iglesia del siglo IV, se convirtió en un símbolo de la corrupción moral romana y de la irracionalidad de su politeísmo. Pero es lo que tiene toparse con la Iglesia.

Casi en paralelo al redescubrimiento del arte antiguo, durante el Renacimiento se dio también un redescubrimiento de Antínoo. Al comienzo la atención estuvo centrada solo en su representación en el arte, y no en la persona o la leyenda del joven bitinio. Para este redescubrimiento fue decisivo que existiesen numerosas obras de arte en los dominios de la escultura y la numismática, justamente los ámbitos en que comenzó la investigación del arte antiguo. Además, se averiguó también muy pronto que el tipo de Antínoo representaba una muestra particularmente clásica de la escultura de la Antigüedad. Con el tiempo llegarían incluso a ser tomadas por retratos de Antínoo algunas estatuas que en realidad representaban a alguna otra divinidad.

10 nov 2011

De Delfos y la Ptia


Emplazado en un agreste paraje del golfo de Corinto, en la Grecia central, Delfos muestra las ruinas del que en su día fue el oráculo más famoso del mundo. A 600 metros de altura respecto al nivel del mar, el lugar estuvo consagrado inicialmente a la diosa de la tierra, Gea.

Zeus soltó dos águilas desde los extremos de la tierra y ambas se cruzaron en Delfos, señalando el centro del mundo. Allí fue situada una piedra conocida como el onfalos ("el ombligo"). Otra leyenda afirma que su hijo Apolo mató en el lugar a una monstruosa serpiente llamada Pitón y asentó su oráculo en el lugar que ocupaba el de Gea, utilizando a una sacerdotisa llamada Pitonisa, como médium para responder a los visitantes.

En un principio la pitonisa era una joven sacerdotisa virgen, pero cuando una de ellas fue raptada y violada se decidió utilizar a mujeres de más de cincuenta años. Llegaron a ser necesarias tres, que se turnaban para responder las preguntas.

Peregrinos de toda Grecia e incluso extranjeros se acercaban al oráculo caminando desde Atenas o en barco hasta el puerto llamado Itea en la actualidad. Llegados al magnífico templo de Apolo ascendiendo el Monte Parnaso por la Via Sacra, se purificaban en las aguas de la fuente de Castalia. Entonces salpicaban una cabra con agua fría y si temblaba con todo el cuerpo era sacrificada y el peregrino autorizado a hacer su pregunta. Luego pagaba su tarifa y esperaba a ser atendido. La pitonisa recibía la pregunta escrita en una tablilla y entraba en trance para responderla. Un sacerdote interpretaba los balbuceos y la escribía en verso entregándosela al peregrino.

Las respuestas solían ser más consejos que verdaderas predicciones, y eran tan famosas por su ambigüedad como por sus aciertos, que no sólo elevaron a Delfos a la consideración del oráculo más fiable, sino que lo hicieron mantenerse en este lugar durante varios cientos de años.

Independizado en el 589 a.C. se vio afectado por las rivalidades entre las grandes ciudades y por dos guerras santas que sirvieron para saquearlo. La politización del oráculo, que protagonizó su actividad en los últimos siglos antes de nuestra era, le restó credibilidad y comenzó su decadencia. En el siglo II a.C. fue conquistado por Roma, y Nerón saqueó en torno al 60 d.C. más de 500 estatuas del oráculo. También Sila y los emperadores cristianos contribuyeron con sus expolios a acelerar el ocaso del lugar.

Fue oficialmente clausurado por Teodosio hacia 385, pero algunos años antes el propio oráculo había dejado clara su situación ante una consulta del emperador Juliano:

"Dile al rey esto: el templo glorioso ha caído en ruinas; Apolo ya no tiene techo sobre su cabeza; las hojas de los laureles están silenciosas, las fuentes y arroyos proféticos están muertos."

9 nov 2011

De Olimpia y su santuario


Desde los albores de la época arcaica, todos los griegos, comprendidos los de las colonias del Mediterráneo y los del Ponto Euxino, toman parte en las actividades del santuario. Su importancia, creciente de día en día, se pone de relieve con la construcción de los primeros edificios monumentales. A éstos se añaden poco a poco nuevas construcciones para subvenir a las crecientes necesidades tanto del culto como de la administración, hasta que, hacia finales del siglo IV a. C., el santuario adquiere su estructura arquitectónica definitiva. Esta estructura serácompletada en época helenística y romana para adaptarse, introduciendo algunos cambios, a las necesidades del momento y al nuevo modo de vida.
El santuario propiamente dicho, aislado por un muro, tenía tres entradas principales: dos al Oeste y una al sur. En el interior del cercado se hallaban los templos y los edificios directamente relacionados con el culto, mientras que los edificios auxiliares, las habitaciones de los sacerdotes, las termas, las hospederías, el gimnasio, la palestra, etc., estaban fuera del recinto.


En la falda del monte Cronion se levantaba el Heraion, el templo de Hera. El templo, de estilo dórico, fue construido en el año 650 a. C. y estaba constituido entonces únicamente por la cella y el pronaos; en el año 600 a. C. se le añadieron un opistodomo y una columnata exterior. Si embargo, investigaciones recientes inducen a pensar que el templo fue construido de una sola vez hacia el año 600 a. C. según un plano unitario. Este edificio de planta alargada y de proporciones pesadas, es una de las muestras más antiguas de la arquitectura religiosa monumental que se han conservado hasta nuestros días en Grecia. El basamento del templo y las grandes pilastras de la cella fueron tallados en calcárea conchífera local, mientras que la parte superior de los muros era de adobe y la cubierta de ladrillo sobre envigado de madera. La punta de los dos frontones estaba coronada por una acrótera de ladrillo en forma de disco. Las columnas, originariamente de madera, fueron poco a poco sustituidas, en el transcurso de los siglos, por una columnata de piedra. Dado que cada una de las columnas pertenecía al estilo de la época en que fue instalada, poseemos una colección de columnas dóricas que ilustra la evolución de la columna y sobre todo del capitel, desde la época arcaica hasta la romana. En el fondo de la cella se conserva aún el basamento sobre el que estaban instaladas las estatuas de piedra de Zeus y de Hera. La cabeza colosal femenina encontrada en las excavaciones pertenece, con toda probabilidad, a la estatua de Hera.

Un poco más tarde comenzaron a construirse, uno tras otro, los Tesoros, pequeños templos en forma de "megaron" ofrendados por las ciudades griegas y principalmente por las colonias. Fueron edificados sobre el terraplén natural que forma la ladera sur del Cronion, un poco por encima del Heraion. El más antiguo es el Tesoro de Sicio, ciudad no lejana de Corinto, que, en su primera fase, es casi contemporáneo del templo de Hera. Los más recientes se remontan a la primera mitad del siglo V (tesoros de Sicio y Gela en su segunda fase, tesoros de Siracusa y Bizancio). Dispuestos así, uno junto a otro, marcaban el límite septentrional del Altis. Pausanias refiere el nombre de diez tesoros; sin embargo, actualmente encontramos en aquel lugar las ruinas de doce pequeños templos, de los que sólo cinco han sido identificados con certeza: los tesoros de Sicio, de Seline de Sicilia, de Metaponto, de Mégara y de Gela. Estos tesoros, en un principio dedicados al culto, fueron utilizados a continuación para guardar ofrendas de valor.
El Pelopion (recinto consagrado a Pélope) fue renovado en el siglo VI a. C. Su muro de cintura, inicialmente circular, se convirtió en pentagonal y se le dotó de una entrada monumental (própilon) que fue sustituida, durante el siglo V a. C., por otra todavía mayor.
El primer Pritaneion, sede de los Prítani, administradores del santuario, se encuentra en el ángulo nordeste del Altis y se remonta a los comienzos del siglo V a. C. La "estía" (hogar) sagrada, permanentemente encendida, estaba situada en un local especial. Las habitaciones de la parte norte del Pritaneion se usaban para los banquetes en honor de huéspedes distinguidos y de los vencedores de los Juegos.
Nada queda del gran altar de Zeus, situado al sudeste del templo de Hera. Resultante del amontonamiento progresivo de las cenizas de los sacrificios y de la "estía" del Pritaneion, el altar acabó por formar una pequeña colina que las lluvias deben haber deshecho poco a poco, después del abandono del santuario. El espacio que se extiende al este, frente al altar, y especialmente la ladera del terraplén de los tesoros, constituían probablemente el teatro. Recibía este nombre a causa de la vista panorámica que ofrecía sobre el lugar de los sacrificios.
El estadio arcaico (Estadio I), muy simple y todavía sin rampas, se extendía probablemente, en su nivel inferior, a lo largo del terraplén de los tesoros. Su lado menor occidental, donde estaba la meta de llegada, daba sobre el Gran altar de Zeus. A finales del siglo VI o comienzos del V a. C., este estadio fue quizás desplazado ligeramente hacia el este, con la pista en un nivel inferior y las rampas de los lados longitudinales hechas de un modo más regular (Estadio II). Hacia la mitad del siglo V a. C., el estadio fue desplazado de nuevo, 82 m. hacia el este y 7 m. hacia el norte, y se cerró su lado corto occidental (Estadio III). Como han demostrado las excavaciones, el terraplén de este lado corto occidental del estadio fue truncado cuando, en la segunda mitad del siglo IV a. C., se construyó el Pórtico del Eco que disoció definitivamente el santuario del estadio. De esta manera, el estadio que hasta entonces formaba parte del santuario, cambió no sólo de forma, sino también de significdo. Según excavaciones recientes, el Estadio III se remonta a los comienzos del siglo V a. C., mientras que el Estadio II puede situarse en la época arcaica.
Desde entonces, los Juegos se convierten poco a poco en un espectáculo profano. La pista del nuevo estadio tiene una longitud de 212,54 m. y una anchura de aproximadamente 28,50 m.; la distancia entre la línea de salida y la meta es de 192,82 m., en lugar de los 186 m. del estadio clásico. La pista estaba circundada por rampas, pero no había asientos de piedra, excepto unos pocos para las autoridades. De piedra era también la tribuna de los árbitros (Hellanodikoi), en la parte meridional del estadio, frente al altar de Deméter Chamine. El estadio podía contener 45.000 espectadores que se sentaban directamente en el suelo. Durante la época helenística, el estadio fue conectado con el ángulo noroeste del santuario por medio de un estrecho corredor abovedado, la Cripta, que en su extremo occidental terminaba en una puerta monumental con columnas de estilo corintio.
En el emplazamiento de este estadio clásico tardío, las excavaciones han descubierto numerosos pozos de época arcaica que aseguraban el aprovisionamiento de agua a los millares de espectadores de los Juegos. Cuando en el siglo V se desplazó el estadio, estos pozos fueron cegados. Se enterraron en ellos numerosísimos exvotos de excepcional valor artístico, pertenecientes a la época geométrica, a la arcaica y a la clásica.
El Hipódromo, de una longitud total de cuatro estadios, (alrededor de 780 metros), no ha sido excavado todavía. Es probable que haya sido destruído por el curso del Alfeo. Durante el periodo clásico adquirió su forma definitiva al sur del estadio y paralelo a él. Entonces se inauguró un nuevo sistema de líneas de salida para las carreras de caballos y carros. La falda de una pequeña colina situada al norte de la pista fue transformada en rampa para los espectadores, mientras que al sur y al oeste construyeron terraplenes. Al oeste, el hipódromo se cerraba con el Pórtico de Agnapto que, lo mismo que el hipódromo, no se ha excavado todavía. La pista del hipódromo tenía forma elíptica, dividida en sentido longitudinal por una barrera de piedra o de madera que medía dos estadios (cerca de 390 metros). Los caballos y los carros corrían alrededor de esta barrera cubriendo así, en cada vuelta completa, la distancia de cuatro estadios.
Al sur del santuario se construyó, pasada la mitad del siglo VI a. c., el edificio meridional del Bouleuterion, una de cuyas dos alas cortas, de forma rectangular absidal, mantiene el tipo de las construcciones prehistóricas del Altis. Durante el siglo V a. C., se unieron a éste un segundo edificio con ábside, construido paralelamente a él, y un pabellón rectangular en cuyo centro se hallaba el Altar de Zeus Horchios, sobre el cual los atletas prestaban juramento antes de los juegos. Estos tres edificios contiguos fueron conectados entre sí, quizás en el siglo IV a. C., por un pórtico jónico que corría a lo largo de sus fachadas orientales.
En el siglo V a. C. el santuario alcanza el máximo de esplendor y riqueza. Se construye en el centro del Altis el monumento más importante, el gigantesco templo de Zeus, cuya edificación, iniciada alrededor del 470 a. C., inmediatamente después de la reorganización del estado, fue completada en el 456 a. C. El templo, de estilo dórico períptero, obra del arquitecto Libón de Elis, era el mayor del Peloponeso y fue considerado como la expresión más perfecta de la arquitectura dórica. Las composiciones marmóreas de sus frontones representaban, al este, la carrera de carros de Enomao y de Pélope, con Zeus en el centro; al oeste, la lucha de los lapitas y los centauros durante la boda de Piritoo y Daidamia, con Apolo en el centro. Las doce metopas del templo, seis sobre la entrada del pronaos y seis sobre el opistodomo, representaban los doce trabajos de Heracles. Estas esculturas son los ejemplos más representativos del llamado "estilo severo". La acrótera central del frontón oriental, era una Nike dorada, obra de Peonio, y las acróteras laterales tenían forma de lébetes, igualmente doradas. Peonio fue también el autor de la Nike de mármol, levantada sobre un alto pedestal triangular, frente a la fachada oriental. En el fondo de la cella se instaló, alrededor del 430 a. C., la colosal estatua crisoelefantina de Zeus, obra maestra de Fidias, y de la que no quedan sino misérrimas reproducciones. El dios, sentado en un trono, sostenía en la mano derecha una Nike de oro y marfil y, en la izquierda, un cetro. Su trono, al igual que la peana, estaban decorados con representaciones mitológicas, dioses, genios, héroes, en oro, marfil y piedras preciosas.
Para la realización de la estatua se construyó, al oeste del templo, un taller a propósito. En el interior y en los alrededores de éste se han encontrado numerosos utensilios, joyas de vidrio, moldes de arcilla y otros instrumentos relacionados con el trabajo del artista que han permitido fijar de manera exacta la cronología de la estatua.
Al norte del taller se construyeron, casi en la misma época, otros dos edificios. El primero, rectangular con un patio porticado en el centro, se identifica de ordinario con el Theokoleon, sede de los Theokoloi, sacerdotes de Olimpia. El segundo, más pequeño, constituido por una estancia circular encerrada en una estructura cuadrada, es el Heroon, denominación que le da una inscripción de época helenística tardía hallada in situ. La hipótesis reciente de que este edificio habría sido inicialmente destinado a los baños calientes y que sólo posteriormente habría sido consagrado a un héroe anónimo, no se basa en ningún indicio fundado.
Todavía más al oeste, cerca del Cladeo, se construyeron, siempre en el siglo V a. C., los Baños y una Piscina. Alrededor del 300 a. C., estos baños fueron ampliados por primera vez y de nuevo lo fueron hacia el año 100 a. C., fecha en la que se les añadió el hipocausto (sala con calefacción subterránea). En época romana fueron abandonados y en vez de éstos se construyeron Termas en varios lugares del santuario.
La época del clasicismo tardío fue para los habitantes de la Elide un periodo de revoluciones internas y de disensiones. Sin embargo, estas agitaciones no impidieron que se llevase a cabo un nuevo plan de edificaciones que dio al santuario su definitiva configuración arquitectónica. Entonces hicieron su aparición en Olimpia los estilos jónico y corintio, imponiéndose al dórico que había dominado hasta aquel momento. En estas nuevas construcciones se utilizó profusamente el mármol blanco en lugar de la caliza conchífera local, empleada hasta entonces casi con exclusividad. Es el signo de un cambio más radical que sufrió el santuario y que se deja ver también en la organización de los Juegos. Con el desplazamiento del estadio más al este que el de época clásica, se consuma su desvinculación del recinto sagrado del Altis.
Esta separación se hace todavía más definitiva con la construcción, poco después del 350 a. C., a lo largo del vértice oriental del Altis, del Pórtico del Eco o Eptaeco, que debía su nombre a la acústica, es decir, al hecho de que el eco se reflejaba en él hasta siete veces. Recibía también el nombre de Poikile a causa de los frescos que adornaban las paredes interiores. Tenía dos columnatas, la externa de estilo dórico y la interna, quizás de estilo corintio, con habitaciones al fondo. Durante este periodo, el santuario propiamente dicho fue aislado de los edificios auxiliares mediante un muro de cintura monumental, de piedra caliza, con cinco puertas, tres al oeste y dos al sur.
A comienzos del siglo IV a. C. se construyó el Metroon, el templo de Cibeles, madre de los dioses, frente al terraplén de los Tesoros. De este templo, dórico períptero, se conserva solamente el estilobato y fragmentos del friso de piedra. Desde la época de Augusto, el Metroon fue usado como lugar de culto imperial y en el interior del templo se instalaron estatuas de emperadores. A lo largo del terraplén de los Tesoros, entre el Metroon y el estadio, se conservan las peanas de 16 estatuas de bronce de Zeus, los Zanes, erigidas con la recaudación de las multas impuestas a los atletas que había intentado ganar la competición de manera fraudulenta. El límite meridional de todo el complejo del santuario estaba constituido por el Pórtico meridional. Este tenía dos series de columnas, la del exterior, de estilo dórico, y la interna, de estilo corintio, con una pared al fondo. Su fachada tenía en el centro una zona porticada que daba al edificio la forma de una T. Su construcción es casi contemporánea a la del Pórtico del Eco y tiene también, como éste, "euthinteria" y escalones de mármol.
De finales del siglo V a. C. o comienzos del IV es el Edificio del Sudeste. Cerca del ángulo sudeste de los edificios a él adosados, qu eson de época helenística, ha salido a luz un altar de Artemisa de comienzos del siglo V a. C. El edificio del Sudeste fue demolido durante el siglo I a. C. y su base sirvió para la construcción de una villa con peristilo, muy probablemente la de Nerón.
El Filippeion es un edificio circular porticado, situado al Sur del Pritaneion, que comenzó a construir Filipo II de Macedonia después de la batalla de Queronea (338 a. C.) y que terminó su hijo Alejandro. Se alzaba sobre un basamento escalonado de mármol, en gran parte conservado, y estaba circundado por una columnata jónica. En el interior, las paredes de la cella circular estaban adornadas con columnas corintias y en ella se alzaban, sobre un pedestal semicircular, cinco estatuas crisoelefantinas, obra del escultor Leochares, que representaban a Alejandro Magno entre sus padres y antepasados. Este tipo de construcción circular, ya desde antiguo de carácter cultual, viene usado ahora por primera vez para el culto de la dinastía Macedónica, elevada al rango de los héroes.
En la parte occidental del santuario, al sur del taller de Fidias, se construyó en 330 a. C. el Leonidaion, una hospedería que lleva el nombre del arquitecto que la hizo y la donó, Leónidas de Naxos. Estaba constituido en sus cuatro lados por habitaciones que daban a un patio interior con columnas de estilo dórico. En el exterior, el edificio estaba circuncidado por una columnata jónica. El Leonidaion, destinado a dar alojamiento a personalidades extranjeras, fue transformado en época romana en residencia para altos funcionarios del Imperio.
En época helenística (siglos III-II a. C.) no se realizó ninguna construcción en el santuario propiamente dicho. Se llevaron a cabo sólo trabajos de mantenimiento y consolidación y, en algunos casos, se procedió a la transformación, a veces importante, de edificios dañados por los fuertes terremotos que son frecuentes en Olimpia. La actividad arquitectónica continuó, sin embargo, en el exterior del Altis, para hacer confortable la permanencia de los atletas y los visitantes.
Al oeste del Altis, es una zona que estaba destinada al entrenamiento de los atletas, se edificó en el siglo III a. C. la Palestra, destinada al adiestramiento en la lucha, el pugilato y el salto. Tenía una forma casi cuadrada, con un patio porticado sobre el que se abrían los vestuarios, el elaiothesion (donde los atletas se untaban el cuerpo de aceite), el konisterion (donde se espolvoreaban con arena o cenizas), baños y aulas en las que los entrenadores impartían su instrucción.
Completaban el aspecto de Olimpia millares de altares, de estatuas de dioses, génios y héroes, los monumentos de los vencedores de los Juegos, de reyes y de generales, todas obra de los artistas más célebres de la época. Poquísimas de éstas han llegado hasta nosotros. Obras semejantes fueron erigidas también en época romana; la mayor parte, efigies de dignatarios o de emperadores romanos, levantadas por ciudades o por particulares deseosos de captar su benevolencia. Las obras antiguas de más valor fueron transportadas entonces al templo de Hera que desde aquel momento fue destinado a Museo.
En época romana, después de la derrota de los griegos en el Istmo (146 a. C.), el cónsul romano Mummio ofreció a Olimpia 21 escudos dorados que fueron fijados sobre las metopas del templo de Zeus. Sila, al contrario, en el 85 a. C., saqueó los tesoros del santuario, al igual que los de Epidauro y de Delfos, para asegurarse los fondos necesarios para la guerra con Mitridates. Decidió también transferir los Juegos Olímpicos a Roma y organizó la Olimpiada 175 (80 a. C.). Olimpia pasó entonces por un periodo de decadencia del que sólo pudo salir después del año 31 a. C., en tiempos de Augusto. Los emperadores y dignatarios romanos mantuvieron actitudes diferentes con respecto al santuario y los Juegos, de acuerdo con su programa político en territorio griego. En tiempo de Nerón, el Altis fue ampliado. Se construyó un nuevo muro de cintura a 3 metros más hacia el oeste y 20 metros más al sur. Las sencillas puertas del santuario fueron sustituidas por propileos monumentales. Casi en la misma época se construyeron la Termas. Más tarde se edificaron otras al nordeste de la villa de Nerón y al oeste del Bouleuterion. Una nueva hospedería fue construida al oeste del taller de Fidias. En este periodo, los monumentos más antiguos son restaurados o remodelados.
Finalmente, en el 160 d. C., Herodes Atico construyó un acueducto que llevaba a un monumental aljibe, el Ninfeo o Exedra, las aguas de un rico manantial situado a 4 kilómetros al este de Olimpia. La construcción de forma semicircular con dos templetes circulares en cada uno de sus extremos. Los muros, de ladrillo, estaban revestidos de mármol variopinto. Sobre el muro semicircular, probablemente de dos pisos, y en los nichos que adornaban esta fachada, se habían colocado las estatuas de Antonino Pío y de su familia, al igual que las de la familia de Herodes Atico. El agua se recogía en la parte superior, en un depósito semicircular, y pasaba después a un aljibe rectangular situado más abajo, a cuyos lados estban los templetes. De allí, a través de una tupida red de conducciones, se distribuía a todo el santuario.
La primera gran destrucción de los monumentos de Olimpia se sitúa en el momento en que, para hacer frente a la amenaza de los Hérulos (267 d. C.), que por fin no llegaron jamás hasta el santuario, se construyó a toda prisa un muro para proteger los tesoros más valiosos y, sobre todo, la estatua crisoelefantina de Zeus. Este muro, que en otro tiempo se creyó que era bizantino, encerraba el templo de Zeus y la parte sur del santuario. Fue construido con materiales de los edificios que se hallaban dentro y fuera del santuario, que fueron demolidos por este motivo, excepto el templo de Hera. Con estas amputaciones y en un estado de decadencia que aumentaba de día en día, el santuario sobrevivió aún un siglo, durante el cual se emprendieron trabajos de restauración, especialmente en la época de Diocleciano. El santuario se cerró definitivamente en el año 393 d. C., cuando el edicto de Teodosio I prohibió el culto pagano. En 426 d. C., por un nuevo edicto de Teodosio II, fueron demolidos los monumentos del Altis, destrucción completada después por dos terremotos, el de 522 y el de 551 d. C.
Durante el siglo V d. C. una pequeña comunidad cristiana se instaló en Olimpia y el taller de Fidias fue transformado en basílica cristiana. Las lagunas del Alfeo y del Cladeo y los corrimientos de tierra del monte Cronion, que entre tanto había perdido su bosque, recubrieron finalmente todo el emplazamiento del santuario con un terraplén de 7 metros de espesor. Además, el Cladeo desvió su curso y acercó su lecho al santuario, haciendo desaparecer así los edificios de la parte occidental.

7 nov 2011

Η Αθήνα, η πόλη-κράτος.


Η Αθήνα των αρχαϊων χρόνων (8ος-6ος αι. π.Χ.) δεν ήταν ασήμαντη ως πώλη, ωστόσο δεν ξεχώριζε από άλλες πόλεις όπως η Αθήνα της κλασικής εποχής. Στο β' μισό του 7ου αιώνα αναδείχθηκε σε ισχυρή εμπορική δύναμη (κοπή νομίσματος, εξαγωγές), στο εσωτερικό της όμως πρέπει, την ίδια περίοδο, να αντιμετώπιζε μεγάλα προβλήματα. Αυτό προκύπτει, για παράδειγμα, από επεισόδια όπως η απόπειρα του ολυμπιονίκη Κύλωνα να εγκαθιδρύσει τυραννίδα (περ. 630 π.Χ.) ή από το γεγονός ότι σε διάστημα μικρότερο από μια τριακονταετία χρειάστηκαν δύο μείζονες νομοθετικές παρεμβάσεις (περ. 624 π.Χ. ωομοθεσία του Δράκοντα, 594 π.Χ. νομοθεσία του Σόλωνα), οι οποίες δεν απέτρεψαν τελικά την εγκαθίδρυση, λίγο αργότερα, τυραννίδας από τον Πεισίστρατο (561 π.Χ.). Η ανατροπή των Πεισιστρατιδών (511 π.Χ.) άνοιξε τον δρόμο για τη μεταρρύθμιση του Κλεισθένη και τη θεμελίωση της αθηναϊκής δημοκρατίας (508 π.Χ.), η οποία, αφού γύρω στο 460 π.Χ. ενισχύθηκε, έπειτα από τους αγώνες του Εφιάλτη και του Περικλή, αντέξε, με σύντομες εκτροπές (πραξικότημα των Τετρακοσίων, Τριάκοντα Τύραννοι), σχεδόν δύο αιώνες ως την υποταγή της πόλης στους Μακεδόνες.

Στις αρχές του 5ου αιώνα οι Αθηναίοι θποτήριξαν ενεργά την εξέγερση των ιωνικών πόλεων της Μικράς Ασίας κατά των Περσών (500-493 π.Χ.) και πρωτοστάτησαν στην απόκρουση των Περσών στον Μαραθώνα (490 π.Χ.), στη Σαλαμίνα (480 π.Χ.) και στις Πλαταιές (479 π.Χ.). Αμέσως μετά, εκμεταλλευόμενοι τη διστακτικότητα των Σπαρτιατών, τάχθηκαν επικεφαλής της Α' Αθηναϊκής Ναυτικές και νησιωτικές πόλεις για τη συνέχιση του αγώνα κατά των Περσών (478 π.Χ.). Σταδιακά, στο πλαίσιο της Συμμαχίας, η Αθήνα εξελίχθηκε σε ηγεμονική δύναμη, ενώ οι άλλες συμμαχικές πόλεις, που μετείκαν, υποτίθεται, ισότιμα, έγιναν υποτελείς των Αθηναίων. Αυτό επισημοποιήθηκε κατά κάποιον τρόπο με τη μεταφορά της έδρας της Συμμαχίας από τη Δήλο στην Αθήνα (454 π.Χ.) και την υποχρέωση των συμμάχων να μεταβαίνουν στην Αθήνα για εκδίκαση υποθέσεων στις οποίες εμπλέκονταν. Οι εξελίξεις αυτές ανίσχυσαν την Αθήνα οικονομίκα, στρατιωτικά και πολιτικά.

Το διάστημα από το τέλος των Περσικών Πολέμων ως το τέλος του αιώνα σγραγίστηκε από την αντιπαράθεση της Αθήνας με τη Σπάρτη. Δύο φορές η αντιπαράθεση αυτή οδήγησε σε πολεμική ρήξη (461-446 και 431-404 π.Χ.), που τερματίστηκε -προσωρινά- με την ήττα της Αθήνας (404 π.Χ.). Παρά την ήττα, η Αθήνα κατόρθωσε να ξανακερδίσει μεγάλο μέρος από το χαμένο έδαφος και να διαδραματίσει και πάλι αξιόλογο ρόλο (Β' Αθηναϊκή Συμμαχία, 378 π.Χ.). Λίγο αργότερα βρέθηκε αντιμέτωπη με τον Φίλιππο και τους Μακεδόνες, έχασε το ένα μετά το άλλο τα ερείσματά της στη Μακεδονία και, μετά τη μάχη στη Χαιρώνεια (338 π.Χ.), ακολούθησε τη μοίρα των άλλων πόλεων της νότιας Ελλάδας και υποτάχθηκε στους Μακεδόνες. Τον 3ο αιώνα η πόλη είναι πρωτίστως σπουδαίο πνευματικό κέντρο.

Μοναδική, από πολλές πλευρές, ήταν η Αθηνα της κλασικής εποχής, και ειδικά του Β' μισού του 5ου αιώνα, η οποία με αυταρέσκεια και υπερηφάνεια μιλούσε για τη δημοκρατία της. Η πόλη πρέπει να εντυπωσίαζε τους πολίτες και -πολύ περισσότερο- τους πολυάριθμους ξένους που την επισκέπτονταν για να ρυθμίσουν ζητήματα μικρά ή μέγιστα κατ'αρχάς με την αίσθηση που δημιουργούσε ότι ήταν κάτι σαν το κέντρο του κόσμου ή των εξελίξεων, έπειτα με τα περίλαμπρα δημόσια οικοδομήματα και τα σπουδαία έργα τέχνης, με τις ανεπανάληπτες θεατρικές παραστάσεις, που μόνο στην Αθήνα μπρορούσες να δεις, και γενικότερα με τη βεβαιότητα που μετέδιδε ότι, σε πανελλήνιο επίπεδο, ήταν το αδιαφιλονίκητο πνευματικό κέντρο, η Ελλάδος παίδευσις και το πρυτανεῖον τῆς σοφἰας, όπως την έχουν χαρακτηρίσει. Την εποχή αυτή στην Αθήνα μεσουρανούσε το θέατρο και το δράμα, έκανε το δυναμικό της ξεκίνημα η ρητορεία, εύρισκε άριστους συνεχιστές η λαμπρή ιωνική παράδοση στην ιστοριογραφία και στη φιλοσοφία, δίδασκαν οι επιφανέστεροι σοφιστές που αμφισβητούσαν όλες τις παραδοσιακές αλήθειες, άφηναν τη σφραγίδα τους κορυφαίοι αρχιτέκτονες, γλύπτες και ζωγράφοι και αναζητούσαν νέους δρόμους πρωτοπόροι μουσικοί.


6 nov 2011

Los Alfabetos Arcaicos

Clasificación de A. Kirchhoff.

El sistema de escritura griego es alfabético y tiene su origen alrededor del s.XI a.C., aunque las inscripciones más antiguas que conservamos son del s. VIII a.C. El sentido de la escritura era en sus comienzos de derecha a izquierda, tal como lo hacían las lenguas semíticas:

Variante doria.
El alfabeto griego es herencia del alfabeto fenicio, sin duda alguna, pues ya los propios griegos llamaban a su escritura phonikeia grammata. Además, a simple vista se puede observar que los rasgos de la mayoría de las letras lleva inmediatamente a pensar en este origen para el alfabeto griego.
Pero tras adoptar la escritura fenicia, tuvieron que inventar nuevos signos para aquellos sonidos propios de la lengua griega. Y realmente no tuvieron que ir muy lejos, pues el mismo alfabeto fenicio poseía más letras de las que los griegos necesitaban, y la solución fue reciclar algunas de estas.

Precisamente, en el siglo XIX, el investigador A. Kirchhoff hizo una clasificación de los alfabetos griegos, en base a la adición de estas letras al alfabeto, dividiéndolos de acuerdo al valor fonético que se le daba en las diferentes regiones. Como resultado de sus investigaciones elaboró su teoría de los alfabetos verdes, rojos y azules, estos últimos clasificándolos a su vez en claros y oscuros.

Estas son las principales características de la anotación de las consonantes dobles:

-Alfabeto verde (meridional): Creta, Melos y Tera.

<Π> [ph] ανποτεροις  <ΠΣ> [ps] εγραπσε
<Κ> [kh κρεματα      <ΚΣ> [ks] δικακσατο

En Tera y Melos se usan ocasionalmente las combinaciones <ΠΗ>, <ΚΗ> (<KoppaΗ>), e incluso <ΘΗ> de forma redundante: αμενπhες, επευκhομενος, ΑστυοKoppahος, Θhαρυμακhας.

Alfabetos azules
-Alfabeto azul oscuro: Costa de Asia Menor, Quios, Samos y la mayoría de las islas del Egeo; Megara, Corinto con sus respectivas colonias, Argólide, Panfilia.

<Φ> [ph] ανφοτεροις  <Ψ> [ps] εγραψε
<Χ> [kh χρεματα       <Ξ>  [ks] δικαξατο

-Alfabeto azul claro: Cícladas (Naxos, Paros, Ceos, Amorgos), Atenas, Egina.

<Φ> [ph] ανφοτεροις  <ΠΣ, ΦΣ> [ps] εγραπσε, εγραφσε.
<Χ> [kh χρεματα       <ΚΣ, ΧΣ, ΗΣ>  [ks] δικακσατο, ευχσαμενος,...

-Alfabeto rojo (occidental): Grecia continental salvo las excepciones indicadas, Eubea y Rodas con sus respectivas colonias.

<Φ> [ph] ανφοτεροις  <ΠΣ, ΦΣ> [ps] εγραψε, εγραφσε.
<ψ> [kh ψρεματα       <Χ>  [ks] δικαχατο

En algunas regiones se atestiguan tentativas esporádicas para anotar [ps].