Hoy he querido abrir boca con uno de los episodios que más me hacen reír pero que a la vez identifico con la peculiar moral romana donde se conjugaba la arrogancia con el ansia de poder, dando lugar a episodios como este.
Nos cuenta Valerio Maximo que, durante la primera guerra púnica, el consul romano Publio Claudio Pulcro preparaba la flota frente a las costas de Cartago con el fin de enfrentarse contra la armada cartaginesa en el 249 a.C. Éste, tras consultar los auspicios conforme a la costumbre de sus antepasados, el augur le anunció que debía esperar a que las gallinas que llevaba a bordo salieran de sus jaulas y comieran para poder emprender la victoria. Por ello, nuestro consul antes de entrar en combate ordenó suministrar pienso a las gallinas sagradas. Pero después de varios días éstas se negaban a salir y comer. Este hecho era un mal augurio pero Publio Claudio ignorándolo, cogió las gallinas y las arrojó al mar pronunciando las siguientes palabras: «Si no quieren comer, que beban». No hace falta decir cual fue el resultado de la posterior batalla.
"P. Claudius bello Punico, cum proelium nauale comittere uellet auspiciaque more maiorum petisset et pullarius non exire cauea pullos nuntiasset, abici eos in mare iussit dicens, «Squia esse nolunt, bibant» Valerius Maximus, I: IV, III.
Le agradezco a Carmen su ayuda para esta entrada, sin la cual no habría dispuesto de la fuente original. Y especialmente dedicada a Atenea.
Me encanta, todavía me hace reír cada vez que pienso en ello....
ResponderEliminarMil gracias ^^ !!!!!!!
Algo parecido hizo Alejandro Magno con el nudo gordiano, al no poder desatarlo lo cortó con su espada
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